Refinería Mortal.

La refinería “Francisco I. Madero” ha sido escenario de constantes y mortales accidentes que en los últimos años han cobrado la vida de por lo menos seis trabajadores petroleros de esta zona.
Pese a ello los recursos para mantenimiento se han recortado de manera reiterada, convirtiendo esta factoría en uno de los sitios más peligrosos para trabajo en toda la zona sur de tamaulipas.
Entre agosto del año 2014 y enero del 2017 son seis los cadaveres que se han suscitado en estas plantas que se caracterizan por el avanzado estado de deterioro y la falta de funcionalidad por el nulo mantenimiento.
Recordemos que el año 2014 fue uno de los más peligros para la empresa ya que en julio se suscitó el incendio de un enorme contenedor de gasolina que dejó a por lo menos una docena de personal contraincendio intoxicandos.
Unos días después, en agosto, provino una explosión en la planta Catalítica con saldo de once personas heridas y un muerto en el lugar de los hechos, pero al cabo de unos días la cifra de víctimas mortales subió a cuatro.
En septiembre del 2015 otro hecho enlutó a los trabajadores de la industria petrolera, ya que un hombre perdió la vida en un accidente al interior de la Refinería, sin que se prepara mayor atención por ser de una empresa subcontratada.
Pero pese a todas esas incidencias simplemente no se han hecho las labores preventivas para contener estas situaciones, ya que apenas el jueves pasado se suscitó otro hecho que lamentar.
La relajación de las medidas de seguridad provocó una fuga de ácido sulfhídrico en la planta U-501 Hidros con saldo de nueve lesionados y el trabajador Miqueas Araujo Pineda fallecido.
El problema fue más allá, debido a que el aire arrastró el material químico a la colonia Miramar resultando por lo menos una decena de personas con síntomas de intoxicación, pero a la empresa no le importó y ni siquiera acudió a tomar conocimiento del hecho.
El alcalde José Andrés Zorrrilla Moreno exigió acciones rápidas y concretas para evitar otra situación de este tipo “no podemos permitir que nuestra gente esté en riesgo, se ha exigió a la empresa respuesta”.
Pero pese a estos riesgos las autoridades locales desconocen incluso cuentas personas viven en inmediaciones de la Refinería, ya que el Atlas de Riesgo de manera por demás absurda no contempla los peligros de la actividad petrolera.
La Refinería Madero, como las restantes cinco del país, no pueden descuidarse, por ningún motivo deben ser objeto de recortes o condicionamiento en la aplicación de recursos, ya que además del peligro para quienes ahí trabajan representa un riesgo para los alrededores.
Lo que es un hecho es que el centro procesador de Ciudad Madero está convertido en una chatarra, en una gran y oxidada lata, que representa una máquina de petroleros muertos y una bomba de tiempo que ojalá -por el bien de todos

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