Viejas y en mal estado, con años que no se les han recibido mantenimiento se encuentran decenas de escuelas de esta zona sur de Tamaulipas representando un severo riesgo para miles de alumnos que día con día acuden a tomar sus clases en estos cascarones.
A nadie le ha preocupado establecer un programa emergente de revisión estructural de los planteles para conocer el estado real en que se encuentran y únicamente efectúan obras de relumbrón como pintura -del color del partido que este en el gobierno- y en algunos casos la impermeabilización.
Pero en el resto simplemente dejan que el tiempo pase y se vaya encargando de deteriorar estas construcciones que por el uso de cientos de niños y jóvenes el desgaste es permanente en todas las áreas y si a eso le sumamos la zona salitre en la que estamos las necesidades de mantenimiento son urgentes.
Pero a los directores de educación, los jefes de lo Centros Regionales de Desarrollo Educativo y el mismo director del Instituto Tamaulipeco de Infraestructura Federal Educativa (ITIFE), Germán Pacheco Díaz simplemente no les ha importado esta situación en que se encuentran.
Anuncian inversiones millonarias e históricas, pero la verdad es que no se ven avances en el mejoramiento de la infraestructura educativa donde nuestros hijos acuden a tomar sus clases, además de asignar las obras por amiguísimos a empresas constructoras que hacer verdaderas porquerías de trabajos que nadie fiscaliza.
Ejemplo fehaciente es la caída de la barda perimetral en el jardín de niños “Estefanía Castañeda” en la colonia El Blanco, la cual se vino abajo ante el mal estado y la pésima construcción en que esta se realizó, sin que haya habido un pronunciamiento de Germán Pacheco.
Nuestros hijos acuden a escuelas en mal estado que se han convertido en verdaderas trampas peligrosas que si no queremos sean mortales desde las asociaciones de padres de familia se debe exigir acciones urgentes y contundentes.