Una encerrona de casi cuatro horas bastó para definir algo que se tenía ya cantado desde hace varios días, el retiro de Juan Torres Saenz de su puesto como secretario del Ayuntamiento de Ciudad Madero.
Desde la semana pasada el alcalde José Andrés Zorrilla Moreno había dado color sobre la determinación que tomaría, obviamente respaldado por la gran parte de su gabinete y de parte del cabildo.
Resulta que de manera milagrosa revivió un caso particular que Juan Torres tenía pendiente al no hacerse supuestamente cargo del pago de indemnización a un joven que atropelló y género secuelas de por vida en la movilidad y el habla.
La demanda de parte de la madre y los parientes es totalmente válida y basada en una necesidad visible, lo que no concuerda es que sea revivida cinco años después, ya que ese hecho ocurrió en l 2012.
Hay quienes dicen que detrás de esta exigencia de justicia hay una mano política, algunos dicen que del alcalde Zorrilla y otros que viene directamente del Gobierno del Estado, lo que hasta hoy no sabemos a ciencia cierta.
Lo que es un hecho es que Torres Saenz no ha dado su postura de estos hechos y que de facto desatendió los llamados a declarar por parte de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Tamaulipas (PGJE) dejando que este escándalo creciera.
Ahora, queda en entredicho los métodos de designación de altos funcionarios en la administración ¿que acaso nadie pidió un comprobante de no antecedentes penales a quien sería el encargado de la parte jurídica, legal y seguridad pública municipal?.
Ahora se escandalizan y se desgarran las vestiduras cuando desde la Contraloría, recursos humanos, administración y el propio cabildo debió analizar de manera concienzuda las referencias de Juan, que dicho sea de paso quería ser alcalde.
Recordemos que Torres Saenz es esposo de Esther Lozano, presidenta del PAN Madero, quien fue apoyada a llegar a ese puesto por el propio Zorrilla, pero ahora la división es por demás marcada.
Para no variar el PAN va de fractura en fractura, de disputa en disputa, complicándose ellos mismos la posibilidad de trascender y asegurar una continuidad en el próximo proceso electoral.
Lo que es un hecho es que Juan Torres se va, en una partida anunciada por días, y muy probablemente llegue a ese puesto el ex regidor Jonatan Israel Ruiz Alvarez, chapulín, traicionero y convenenciero.
Fue del Partido Movimiento Ciudadano y luego Convergencia, apoyo al PRI y finalmente se alió con el PAN, siendo uno de los regidores más intrascendentes de la administración de Jaime Turrubiates Solis.
