A balazos atacaron las oficinas del Instituto Nacional de Migración ubicadas en la zona centro de Tampico, y a escasos 300 metros de las instalaciones de Seguridad Pública, la agresión ocurrió poco antes de las cero horas de este lunes, y tras haber transcurrido diez horas, al lugar se presentaron agentes investigadores de la PGJ, efectivos de la PGR, personal de la Sedena, y de la Unidad Regional de Servicios Periciales de la PGJ.
Poco antes de las diez de la mañana de este lunes, agentes federales y de la PGJ, arribaron a las instalaciones de Migración, ubicadas en Emilio Carranza, esquina con Sor Juana Inés de la Cruz, quienes en forma coordinada, acordonaron el área para cerrar el paso vehicular, acción para resguardar la escena del atentado.
Posteriormente llego el personal de la Unidad de Servicios Periciales, y personal de la Sedena, estos ultimo se unieron al cerco implementado sobre el área, mientras que los científicos de la PGJ, levantaban casquillo, huellas digitales, y todo tipo de rastro del ataque a balazos.
El personal de periciales, vistiendo sus trajes en color blanco, realizaron su trabajo en el interior de las oficinas de Migración, y en el exterior, en donde revisaron minuciosamente una camioneta tipo Van, color blanca, con logos del Instituto, marca Toyota, con placas de circulación MRK 7256 expedidas en el estado de México, la cual presentaba varios impactos de bala.
Mientras que los representantes de la ley, se negaron a proporcionar información sobre que fue lo que ocurrió, residentes del sector manifestaron que serian aproximadamente las 11:50 horas del domingo, cuando escucharon detonaciones de armas de fuego, y al salir de sus viviendas, para ver que era lo que ocurría, observaron a varias personas que amagaban e insultaban a los oficiales tripulantes de la camioneta, enseguida escucharon mas detonaciones, por lo que se metieron a sus domicilios, y solamente escucharon gritos, insultos, y amenazas que provenían de la calle y del patio del Instituto Nacional de Migración, luego de aproximadamente cinco o diez minutos, todo quedo en silencio, y ninguna autoridad acudió al lugar, así transcurrió la madrugada del lunes, todo en calma, hasta que poco después de las nueve de la mañana fueron llegando las autoridades estatales y federales.