En Ciudad Madero existe un hospital encantado, y no nos estamos refiriendo al vetusto Hospital Naturista, allá por el rumbo de la playa, sino al nuevo hospital civil cuya construcción a representado un verdadero dolor de cabeza para este municipio petrolero.
Es uno de los compromisos presidenciales de Enrique Peña Nieto para la zona sur de Tamaulipas, que prometió cuando andaba queriendo los votos de los mexicanos, y pese a ello la liberación de recursos para su desarrollo ha sido a cuenta gotas.
El anuncio de un nuevo hospital para Madero se dio por el año 2012, cuando era alcalde el empresario restaurantero, Jaime Turrubiates Solis, quien con bombo y platillo cacareó la magna obra.
El problema primero radicó en encontrar un terreno de cinco hectáreas donde se asentará el nuevo nosocomio, ante la falta de reserva territorial del municipio más pequeño de Tamaulipas, la encomienda fue verdaderamente complicada ya que los poco que había o eran de PEMEX, se inundaban o pasaban sobre ductos de la petrolera
Con Esdras Romero Vega como alcalde se encontró el lote en la ampliación Callejón de Barriles, acceso de la siempre conflictiva colonia Miramapolis generando de inmediato divergencias y molestias entre los residentes.
Pero fue hasta el mes de septiembre del año 2015, ya como alcalde Mario Alberto Neri Castilla que el entonces gobernador Egidio Torre Cantu y la en ese momento secretaria de salud federal Mercedes Juan López vinieron a colocar la primera piedra
Y como es contrumbre de las obras públicas los trabajos no empezaron sino hasta entrando el mes de noviembre, con la promesa de terminarlo para octubre del 2016 lo que para todos es sabido simplemente no se cumplió.
El nuevo y moderno sanatorio, que sustituirá al ruinoso hospital civil de la colonia Miguel Hidalgo, a más de cuatro años de ser anunciado lleva apenas un ridiculo 38% de avance.
Incluso los obreros se niegan rotundamente a laborar en esa obra ya que la empresa jalisciense Tzaulan a la que se entregó el proyecto por un monto de 340 millones de pesos constantemente incumple tanto en el pago de servicios de camioneros y renta de maquinaria pesada, como en las nóminas.
El secretario general de la Federación Local de Trabajadores de Ciudad Madero, Carlos Alejandro Campos Castillo, expresó a Red Metropolitana que “es un albur trabajar con esa empresa, ya qué hay que estarles rogando para que cumplan con los pagos programados”.
Los sindicatos le otorgan un crédito de hasta un mes para cubrir lo correspondiente a servicios, pero la empresa se ha tardado hasta dos meses para cubrir el trabajo devengado debido a lo que por lo menos en cuatro ocasiones han amenazado con parar los trabajos, a manera de presión para que Tzaulan responda y pague.
La compañía alega a los obreros que el incumplimiento radica en la falta de recursos por parte del gobierno estatal y federal, lo que los empleados verdaderamente no les importa, únicamente quieren llevar el sustento a casa.
En papel el hospital civil de Ciudad Madero, el nuevo, contará con 74 camas censables y otras tantas no censadas, hospitalización, consulta externa, geriatría y oncología pero en la realidad aún sigue siendo una obra en desarrollo que no hay para cuando termine.
El actual presidente municipal José Andrés Zorrilla Moreno se ha comprometido a llevar el tema con el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, para que sea el interlocutor con el gobierno de Peña y se logre agilizar está tan deseada pero sobretodo necesaria obra de salud.
En tanto todos los días decenas de familias tamaulipecas, veracruzanas e hidalguenses sufren al atenderse en un hospital verdaderamente vergonzoso, donde los baños no funcionan, hay plagas de mapaches, los aires acondicionados no sirven y en tiempo de precipitaciones llueve más adentro que afuera.
Los pendientes por atender del gobierno cabecista son muchos y muy variados, pero sin dudar alguna la salud de los tamaulipecos debe estar en el primer renglón.
Y como dijimos a un inicio de esta columna el hospital civil de Ciudad Madero es una obra ad doc a este mes de brujas y espantos, ya que pareciera que se encuentra en un hechizo de encantación que no le permite avanzar.