José Andrés Zorrilla Moreno recibió un municipio literalmente colapsado, donde lo que abundan son los problemas y lo que escasea es el recurso para lograr solucionarlos, por lo que verdaderamente tiene que hacer milagros.
Y no por qué el empresario del ramo educativo vaya a ser una suerte de mesías, sino por qué deberá ingeniárselas para sacar avante una ciudad a la que en los últimos cuatro meses, es decir desde que el PRI perdió las elecciones, a la fecha no se le invirtió un solo peso.
El primero y más urgente era el asunto de las inundaciones y el derrame de Pemex en la colonia Hipódromo, donde desde el miércoles de la semana pasada las familias clamaban ayuda del municipio pero esta nunca llegó.
Tuvo que ser sábado que entrará en funciones el nuevo gobierno para que por lo menos alguien fuera a decirles a las personas que caminaban entre lodo y petrolero que las cosas iban a mejorar y que había gobierno que los respaldaba.
Ayer domingo el alcalde Zorrilla hizo otro recorrido, donde se le vio mojándose los zapatos y caminando decidido entre las personas que lo abrazaban y con aplausos le reconocían que por lo menos haya ido -que es esa su responsabilidad- y que se comprometiera a hablar con Pemex para hacerlos cumplir por este daño.
Estos desesperados vecinos acudieron a su toma de protesta, para reclamar a gritos al gobierno anterior la falta de sensibilidad.
Pero los problemas no paran ahí ya que Andrés tiene un municipio que se hunde, en colonias como 20 de Noviembre, ampliacIon de la Unidad Nacional, Unidad Nacional y Monteverde -donde la semana pasada el pavimento se tragó un auto- el temor es constante.
Esto no le corresponde repararlo al alcalde pero debe fungir como intermediario con la COMAPA que a la fecha no ha mostrado un ápice de interés por entrarle a este enorme problema de socavones.
Que decir de la basura. En cada cuadra se observan contenedores desbordados y canales atestados de basura, por lo que el alcalde como una de sus primeras acciones fue comprar 10 camiones que en esta misma semana llegan.
El manejo de los desechos sólidos es en cada cambio de administración un problema ya que la falta de mantenimiento hace que estos rápidamente se vayan deteriorando hasta quedar inservibles en poco tiempo.
Los conflictos sindicales entre el SUTSHA y el Liberal sin un verdadero dolor de cabeza, ya que mientras el SUTSHA encabezado por el cacique enquistado Andrés Portillo Villegas exige exclusividad y un pago de una supuesta deuda de más de 30 millones de pesos el otro clama por reconocimiento,
Andrés no tiene la solución a todos los problemas, pero ojalá preste oídos a los asesores que saben la manera de gestionar e ir solucionando tal cantidad de problemas, que deje que su equipo también trabaje y juntos saquen del atolladero social y económico en que sigue Madero.
Por eso a Mario Neri le urgía irse.