CIUDAD DE MÉXICO.
Durante la madrugada de este martes, los admiradores de Juan Gabriel esperaron hasta seis horas para ver la urna con las cenizas y dar el último adiós al cantautor en el Palacio de Bellas Artes.
A pesar del frío y el cansancio, familias, parejas y grupos de amigos permanecíeron con buena actitud en la larga fila que rodeaba la Alameda Central para despedirse de su ídolo.
Algunos llevaban ramos de flores, otras estaban al pendiente de qué fila avanzaba más rápido y llegar al recinto de mármol en donde se le rindió homenaje al “Divo de Juárez”.
Por un momento, los seguidores del compositor se desesperaron por el lento avance en el recorrido, mientras que en pantallas dispuestas en algunas glorietas en la Alameda, se retransmitía el tributo realizado horas antes en el recinto.
CORTESIA EXCELSIOR