Ni el cambio de manos y menos las promesas de un cambio por parte de las autoridades ha menguado el ánimo de los delincuentes para seguir pegando fuertemente en los negocios de Ciudad Madero.
El cambio de mando en la Policia Estatal ahora en la persona del coronel Juan Adolfo González Valentín con el cese de general José Marines Juárez, o la rotación en el mando de la Primera Zona Naval que nombró al vicealmirante Francisco Pérez Rico en sustitución de Rodolfo Cañedo Solares ha intimidado a los amantes de lo ajeno.
Ellos, los hampones, siguen haciendo de las suyas, pegando fuertemente en negocios de Ciudad Madero, Tampico y Altamira obligando a los propios comerciantes a establecer medidas para contenerlos.
Algunos se han comprado cámaras, enrejado sus locales, contratado veladores o incluso hasta están pensando en armarse, para hacer frente a la delincuencia que parece no temerle a nadie.
Y es que como se puede pensar en resultados, de qué manera se le pueden exigir respuestas a la corporación cuando cuenta solo con 42 elementos para 104 colonias y 210 mil habitantes con los que cuenta Ciudad Madero.
Bien lo dice el presidente de la comisión de seguridad, Juan Manuel Herrera Melo, que los anuncios rimbombantes de nuevas estrategias de nada sirven si no se cuenta con policías en las calles.
Ahora sí hablamos de patrullas la cosa es más vergonzosa ya que solo tienen cuatro unidades, que no les sirven ni para desarrollar los patrullajes en zona centro área turística de este municipio petrolero.
Mucho se criticó a la Policia Metropolitana que implementó Eugenio Hernández Flores, pero en ese entonces se tenían en esta ciudad 287 elementos y más de 40 patrullas, lo que hoy está muy lejos de lograrse.
La duda está en que a donde fueron a dar los miles de millones de pesos que Egidio Torre Cantú se supone destino a seguridad, a la integración del mando único y la generación de la llamada pomposamente “Fuerza Tamaulipas”.
El viernes pasado Don Egidio vino a la Primera Zona Naval solo a dar vergüenzas, a reunirse con las mesas ciudadanas que lejos de aplaudirle como decían los comunicados emitidos por su secretaria de comunicación le increparon su ineptitud.
Al señor gobernador se le ocurrió no firmar el convenio de seguridad con la federación el año pasado y eso generó el retiro de la Policia Militar y por ende el aumento desmedido de hasta el 20% de delitos patrimoniales.
Se logró reducir o contener la extorsión, secuestro y delincuencia organizada por la estrategia federal, no por los malos elementos de las unidades antisecuestro del estado o por la sagacidad de la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Torre Cantú se va de su cargo con la cara agachada, ya que nada pudo hacer bien y mucho le queda deber a la ciudadanía, a la que por cierto gobernó también por azares de la inseguridad en Tamaulipas.