PELIGRO QUE ABARCA TODA UNA MANZANA

Es el que representa el vetusto y desde hace casi 5 décadas abandonado hospital civil de Tampico..

Absolutamente nada le han hecho las autoridades estatales tamaulipecas del viejo régimen, ni de la derecha y mucho menos ahora de la izquierda, al más vetusto aún edificio que ocupa toda una manzana del centro de Tampico y el cual alojó, hasta los años 70 del siglo pasado, a lo que fue el Hospital Civil.

Pero el que sí le ha hecho, y bastante, hablando de “mella”, daño o perjuicio, es el implacable tiempo, entendido éste lo mismo como transcurrir de los días, años y decenios, que como medio ambiente, como la intemperie que ciertamente causó, ya casi cumplidas 5 décadas, más que estragos en lo que fue el mejor de los nosocomios, públicos o privados, que hubo en esta ciudad y puerto.

Un inmueble que actualmente y desde hace unos 30 años, por lo menos, no luce más que como ruinas, como un simple vestigio de lo que fue en su ahora breve época esplendorosa, y con todo y los buenos deseos y mucho mejores intenciones de grupos de la sociedad civil y uno que otro gobernador, a la fecha no ha habido ninguna administración estatal que ponga fin al peligro de derrumbe, como sí lo han hecho incluso con simples balcones de todavía más antiguos e históricos, emblemáticos edificios del primer cuadro de la ciudad, con ese válido y muy entendible motivo: el de la protección civil.

Es cuando uno se pregunta, sobre todo si las lluvias son tan intensas como las que han hecho colapsar, derrumbarse a por lo menos 3 inmuebles históricos del centro de Tampico en los años recientes: ¿no es acaso un riesgo toda esa vieja y derruida estructura de la que, como hay registro, se han desprendido trozos de material en distintos años…? ¿Y a qué esperará entonces la autoridad pertinente para actuar como corresponde?

Lo irónico del caso es que el propietario de dicha construcción es exactamente el mismo que, justamente por ser parte, no ha actuado en calidad de “juez”, con todo y que el dicho dice que el buen juez por su casa empieza: el gobierno del estado, y mientras tanto, sin necesidad de exagerar ni muchísimo menos de alarmar a nadie, el peligro prevalece.

Porque si bien es cierto que en estos casos se suele argumentar que el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) protegen e impiden intervenir a edificios que no llegan a los cien años si tienen la calidad de valiosos e históricos, así como lo hace el INAH con los que sí llegan al siglo y lo rebasan, también es verdad que, como ya se dijo aquí, Protección Civil, estatal o municipal, no ha tenido impedimento alguno para demoler salientes, terrazas, marquesinas e incluso pisos o edificios completos, como fue el caso del ahora desaparecido hotel Progreso, cuando un hecho da constancia del riesgo que representan.

Así que, ¿restauración rehabilitación total, rescate del antiguo Hospital Civil de Tampico, o más bien demolición? ¿qué es lo que más procede y conviene, en términos de seguridad sobre todo, a la ciudad y al estado? A ver si, con hechos, y no anuncios nada más, comienzan algún día a dar respuesta a tal interrogante.

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