Estados Unidos ha dado una señal clara de que aspira a que la onda expansiva de sus recientes bombardeos a Irán sacuda también las relaciones de la República Islámica con América Latina.
Una alta funcionaria del Departamento de Estado de EE.UU. dijo esta semana que “cada país (de la región) tiene que tomar una decisión sobre si va a respaldar a un régimen que es patrocinador estatal del terrorismo”.
El comentario surgió en una conferencia virtual con periodistas, ante una pregunta concreta sobre la actitud que asumiría Washington en la Organización de Estados Americanos con los países que rechazaron el ataque a Irán del pasado fin de semana.
Pero el hecho de que la funcionaria estadounidense dijera la misma frase de forma casi idéntica tres veces durante ese diálogo sugiere que se trató de un mensaje premeditado