mencionar a los niños ni a las familias, quienes aspiren a ganar la elección de jueces en el estado…
La licenciada M (se reserva el nombre de la fuente para no afectar su participación en el proceso electoral) nos aclara este miércoles que no podrá hoy, ni mañana, antes o durante el período de campaña previa a las votaciones para la elección de jueces y magistrados, conceder una entrevista.
Revela que ella, en su calidad de aspirante ya con registro previo e insaculada para participar en la primera elección de ese tipo en todo México, está impedida legalmente no sólo de hablar ante reporteros, sino incluso de mencionar a niños y a las familias entre sus propuestas, aún en los casos en que el cargo buscado esté relacionado.
Los filtros son, de hecho, más que complicados para todos los aspirantes: de un número que se restringió a mucho menos de un centenar para la “tómbola”, hubo al final tres personas elegidas para aspirar a cada juzgado, y de ahí todavía cabe la posibilidad, muy factible y no sólo hipotética, de que quede un solo aspirante por cargo o boleta vacía incluso.
Nuestra informante señala que lo irónico del caso es que, si bien por un lado se hizo parecer fácil lo que en realidad no es nada sencillo, en cuanto al proceso de elección de jueces, de la parte de quienes se oponían hubo miles que perdieron la oportunidad de inscribirse o anotarse, con todo y que llevan años trabajando en el poder judicial de la federación o los estados, sólo por su postura.
En cambio, indica que hay jueces que al no ver triunfante su lucha por la no elección popular de los cargos que ostentan, decidieron registrarse para ser reelectos, y si de casos curiosos y paradójicos se trata: están también los que se postularon para tres tipos de tribunales, “a ver en cuál la pegan”.