Marco Antonio Toledo, director del semanario Espectador de Taxco, fue raptado junto con su esposa, Guadalupe, por un comando de hombres armados que irrumpió en su casa el pasado fin de semana. Otros dos comunicadores del portal RedSiete, Silvia Arce y Alberto Sánchez, fueron privados de su libertad el miércoles por otro grupo de sujetos armados. Toledo fue el tercer liberado este domingo. “Esta institución de procuración de justicia obtuvo la prueba de vida y la comparecencia de las víctimas ante el Ministerio Público correspondiente, de conformidad con el protocolo homologado de búsqueda de personas desaparecidas”.
Los tres periodistas ya habían recibido amenazas y acoso antes, de acuerdo con sus conocidos. Hace poco, publicó una nota en la que criticaba la aprobación de presupuesto por parte del Gobierno municipal de Taxco para la construcción de una obra. “Aprueban obra de 13 millones de pesos para el beneficio de dos personas”, denunció Toledo, en un reporte en el que criticaba abiertamente al alcalde, Mario Figueroa Mundo.
A la violencia y los asesinatos —cerró el 2022 con 17 muertos por realizar el oficio—, cabe añadir el acoso y las presiones del poder que afectan a la labor periodística.La Federación Internacional de Periodistas (FIP) detalla en un informeque en México, donde hubo 11 homicidios contra periodistas, y Colombia, donde hubo cuatro, son los seis países donde más se atenta contra esos profesionales.
