Cada día que pasa queda más en evidencia el retraso que existe en el municipio de Tampico Alto desde hace casi 8 años.
Las familias carecen de agua potable, los servicios de electricidad son deficientes y son escasos los apoyos sociales, pero, lo que no puede faltar es la fiesta.
Han sido casi 8 años del cacicazgo que representa a la perfección Adrián Domínguez Rangel, exalcalde, después presidente del DIF con su prima Vanesa López, v aunque todos saben que quien manda es él.
Las pruebas son contundentes, ya que a lo largo de la administración se caracterizó por ser el “gestor e ntermediaio” para numerosos “proyectos’ que nunca prosperaron.
Lo único que sí ha prosperado son sus gustos refinados y el dispendio de recursos.
Como si fuera un jeque árabe nacionalizado mexicano, ha gastado cientos de miles de pesos para adquirir caballos de carreras, a los que pone a competir en su pista ubicada en el camino a la Ribera.
También le ha dado el gusto por la actividad gallística, adquiriendo aves de combate a costo de varios miles de dólares cada una.
Ha cambiado también, por lo menos, en 15 o 20 ocasiones de vehículo en particular tiene una debilidad: las camionetonas.
Otro de sus gustitos extravagantes ha sido traer a cantantes del regional mexicano de renombre, lo mismo para organizar bailes populares que para amenizar su cumpleaños.
Para él la fiesta es lo primero, vive en un frenesí que le ha otorgado el poder administrar a su arbitrio, primero por la vía constitucional y después, por la vía directa y auto impuesta, el ayuntamiento de Tampico Alto.
Su voracidad le ha generado conflictos con otros caciques cercanos, ya que pretendió imponer a través de Morena a candidatos a las alcaldías de Pueblo Viejo y Ozuuluama, lo que al final no pudo lograr, y les buscó acomodo en otros partidos.
Su “carrera” en la política la construyó a base de traiciones. Llegó a la alcaldía con las siglas del PES; después se fue de bruces abrazando a Miguel Ángel Yunes Linares, en su época de gobernador panista; tras dejarlo se fue a los brazos de Cuitláhuac García, sin embargo uno de sus errores garrafales fue a ver apoyado sin ninguna discreción al “bola 8” en lugar de hacerlo con quien ahora es la gobernadora: Rocío Nahle García.
Pero, la más grave de las traiciones se las cometió al pueblo para el que supuestamente se comprometió a trabajar y mejorar su calidad de vida.
Traicionó a las familias que necesitaban agua y no dejo que se las distribuyeran; traicionó a todos a los que se comprometió a servir, y al final hizo todo lo contrario.
Allegados a su círculo cercano comentan que se encuentra desesperado. Su poder de convocatoria ha ido disminuyendo drásticamente, y las muestras de adhesión no son las mismas que hace algunos años.
Por cierto, ya para terminar, alguien sabe si ya pagó las cuotas del Instituto de Pensiones del Estado de los trabajadores sindicalizados del ayuntamiento?