De la vida real, y de la patética realidad que se vive en buena parte de la sociedad global…
El chico ni siquiera tiene 15 años: pasó a tercero, si es que lo pasan de año en el actual ciclo escolar, porque por enésima ocasión lo expulsaron del colegio donde se hallaba estudiando la secundaria, y mínimo ya van unas dos o tres veces que le pasa lo mismo por mal comportamiento, agresivo, en distintas instituciones.
“Es fulano”, le cuenta su hijo a un paterfamilia, padre suyo, cuando le revela que el chamaco al que se ve o medio alcanza a ver en ese video, y cuyo nombre es el que llevan un libro y profeta del Antiguo Testamento, estudió, o bueno: estuvo también, apenas un par de meses, en la escuela a la que él y sus compañeros que están por salir de secundaria asisten, en la conurbación sur de Tamaulipas.
Revela que aunque iba un grado abajo de su generación, se lo recuerda porque “buleaba” al estilo Biff Tannen (el antagonista de “Volver al Futuro”), con sus compinchitos y todo, a cuanto muchachito de su grado o del de más abajo se le cruzaba por el camino.
Lo expulsaron por conflictivo, le cuenta el chico a su papá acerca del adolescente que se grabó a sí mismo como si propusiera una versión jamás contada del Joker cuando niño, y además refiere que de acuerdo a lo que platica una chica que había ido con el villanito en otro colegio, lo habían expulsado ya de esa otra escuela por sacar a relucir una navaja.
Cuando este reportero era un niño, allá por la época de Parchís, ese ahora desconocido grupo infantil grabó un “cover” de la melodía “David Crockett”, pero con letra modificada para el público hispanohablante que en aquellos años no era cristalino, más tampoco tan violento ni grotesco, y el estribillo decía: “Pancho, Pancho López, chiquito pero matón”, y era sólo una canción… que lo del chavito ese sea sólo una ocurrencia, ojalá.