Redadas en Texas avivan el temor entre migrantes

Los migrantes en Estados Unidos temen sobre su estancia en el país, debido a una serie de inspecciones realizadas en algunos negocios donde trabajan.

El negocio de Enrique (nombre ficticio), una tienda de suministros para la construcción, fue uno de los lugares señalados por los agentes federales el lunes. 

Los funcionarios le dejaron una carta (a Enrique), avisándole de una inspección inminente del estatus regular de todos sus trabajadores.

Las ventas en su negocio, agregó, se han congelado desde el lunes, porque los trabajadores del sector de la construcción no quieren salir: “Muchos de ellos están aquí ilegalmente (sic) entonces no quieren arriesgarse”.

Esteban (nombre ficticio), un vendedor ambulante que trabaja sobre una de las vías principales de Colony Ridge, también dijo haber tenido menos compradores desde el lunes: “Esto no va a afectar a todos, en especial a los negocios pequeños; están solos”.

Colony Ridge ha estado en el foco de la atención del Partido Republicano desde hace al menos dos años, después de un tiroteo que dejó cinco muertos y que fue cometido por un hombre que no tenía un estatus migratorio en el país.

Desde entonces, el gobernador de Texas, el conservador Greg Abbott, ha señalado a la comunidad como un área donde “no entra la ley” y se ha convertido en un blanco de críticas de analistas y políticos republicanos, señalándola como una “colonia” de “migrantes ilegales”.

El desarrollo inmobiliario del área, expandiéndose con casas prefabricadas y autocaravanas, ha estado alimentado por compañías que venden terrenos sin exigir muchos requisitos a los compradores y que han sido incluso acusadas por la Justicia de prácticas de financiamiento “abusivas”.

Jasmín García, residente de Colony Ridge, originaria de Guerrero, en México, dijo que la presencia de los agentes federales es positiva, porque contribuye a poner “orden” en la comunidad.

Sin embargo, acotó a EFE, la narrativa del actual gobierno y la cantidad de deportaciones también la hace sentir “intimidada”, ya que ella es beneficiaria del programa DACA, que protege de la deportación a personas indocumentadas que llegaron a Estados Unidos cuando eran menores de edad.

Mesas vacías, carteles que dicen “cerrado” y toldos sin vendedores. Tras un operativo de migración al inicio de la semana en la comunidad de Colony Ridge, al noreste de Houston, decenas de negocios decidieron no abrir sus puertas y los residentes de la zona expresaron sentirse temerosos de su futuro en Estados Unidos.

En lo que las autoridades federales calificaron de la “fase uno” de una “investigación criminal a gran escala”, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) aseguró haber detenido a más de 100 personas el lunes.

Según testimonios de residentes de la zona y activistas a EFE, los agentes colocaron retenes de vehículos en las principales vías de la comunidad, detuvieron a personas en sus casas y visitaron negocios latinos -como panaderías o talleres mecánicos- avisándoles que el Gobierno inspeccionará el estatus legal de los trabajadores.

El operativo se enmarca en una campaña a nivel nacional, liderada por el presidente Donald Trump, de detener a las personas que viven en Estados Unidos sin un estatus migratorio legal y cumplir con la promesa de “deportaciones masivas” que lo aupó al poder.

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