Al entrar en la ciudad rusa de Tver en el auto, lo primero que veo son imágenes de soldados.
Están por todas partes. En vallas publicitarias, en las paredes de los edificios, en las paradas de autobús. Sus retratos van acompañados con la inscripción “Héroe de Rusia”.
Cargan fusiles Kalashnikov y le hacen un llamado al público a “Amar, estar orgulloso y defender” a Rusia.
En otras palabras, animan a que la población se enliste y vaya a luchar a Ucrania.