Su destino era Estados Unidos, pero muchos se encuentran ahora en un limbo.
En torno a medio millar de migrantes, principalmente procedentes de países asiáticos, están siendo deportados por el gobierno de Donald Trump hacia Panamá y Costa Rica desde donde -se espera- los trasladen a un nuevo destino.
Durante la última semana llegaron a Panamá deportados desde Estados Unidos unos 300 migrantes de distintas nacionalidades, especialmente de países asiáticos como India, China, Uzbekistán, Irán, Vietnam, Turquía, Nepal, Pakistán, Afganistán y Sri Lanka, entre otros.
Se espera que este jueves empiecen a llegar a Costa Rica los primeros deportados por EE.UU.