Miles de personas acudieron ayer a la celebración anual de San Judas Tadeo, patrono de las causas perdidas, para solicitarle que los alivie de alguna enfermedad, encontrar trabajo o agradecerle por haberles hecho un milagrito
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Desde la madrugada, la gente empezó a llegar a la iglesia de San Hipólito y San Casiano caminando, en auto, bicicleta y hasta hincada, con figuras de yeso de diferentes tamaños o retablos con la imagen del santo, que adornaban con rosarios, estampitas o flores.
Los cohetes que prendieron algunas peregrinaciones y la música, que sonaba en celulares o pequeñas bocinas, acompañaron a cientos de asistentes que se congregaron en el templo, ubicado en el cruce de Paseo de la Reforma y avenida México-Tenochtitlán.
El gran número de feligreses derivó en empujones y tumultos para ingresar al recinto, donde se dosificó su entrada para ser bendecidos, lo cual no menguó su animó, aunque tuvieran que esperar más de una hora en la fila.
Hace un año venimos a pedirle que curara a nuestra hermana de cáncer y ahora está bien, por lo que venimos a pagarle nuestra manda, trayéndole unas veladoras, un escapulario y flores
, comentaron los cinco integrantes de la familia Flores.