El histórico triunfo del partido Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés) en la primera vuelta de las elecciones parlamentarias, reflejan un cambio profundo en las preferencias del electorado de ese país.
Pero también evidencian el sorprendente éxito de la estrategia de “des-demonizar” (dédiaboliser, en francés) a la extrema derecha ante la percepción pública francesa, aumentando considerablemente su apoyo.
La estrategia ha sido liderada cuidadosamente por Marine Le Pen durante la última década.