Viniendo de Japón, hubo algo que al joven Akira Endo le sorprendió cuando vivió en Nueva York: “el gran número de personas mayores y con sobrepeso”.
Eran los años 60, se encontraba estudiando en la Escuela de Medicina Albert Einstein y su casa quedaba en el Bronx.
Allí, notó que “había muchas parejas mayores que vivían solas y con frecuencia veía ambulancias que se llevaban al hospital a una persona mayor que había sufrido un ataque cardiaco”.
Lo que quizás no se imaginó es que, años después, él sería clave para ayudar a que otras personas no sufrieran lo mismo