El Vaticano alegó en un comunicado que el pontífice no quiso ofender a nadie y pidió disculpas a aquellos que se hayan sentido “heridos por el uso de una palabra”.
Francisco habría dicho en la Conferencia Episcopal Italiana que a los hombres homosexuales no se les debería permitir ingresar a seminarios para el sacerdocio y puntualizó que allí ya había un aire de frociaggine, que podría ser traducido como “mariconeo” o “mariconería”.
Aunque fue una reunión privada, su contenido se difundió ampliamente.