Como en el cuento de Augusto Monterroso, los ecuatorianos despertaron un día y el dinosaurio, transformado en el monstruo del narco, permanecía entre ellos. El desafío descarado en contra del Estado de los grupos terroristas, como los define el gobierno, ha provocado la respuesta más contundente de Daniel Noboa, quien ayer dejó muy claro que su mano dura, como le reclama la gente, también es hasta el final.
“Sean valientes, peleen contra los militares”, fustigó el primer mandatario a las bandas que atemorizan el país, que además graban sus acciones, como la ejecución de dos policías acaecida en Guayas, para profundizar el terror en la sociedad. “Se acabaron los gobiernos tibios, estamos combatiendo al narcoterrorismo. Estamos en estado de guerra y no podemos ceder“, prosiguió el presidente, sabedor de que del resultado de esta batalla depende su futuro político.
Ecuador volverá a las urnas el año que viene, no sólo para elegir presidente, también a unos diputados que se han alineado de forma firme tras la Presidencia. Una de las claves de la declaración del “conflicto armado interno”, que ha ampliado el despliegue de las fuerzas militares por todo el país, está en la decisión adelantada desde el Parlamento: tramitará indultos para los miembros de las fuerzas de Seguridad que sean procesados por “cumplir con su trabajo”.