Estos estadounidenses de origen israelí lo dejan todo para acudir a una zona de guerra y ayudar a su comunidad

La decisión de embarcarse a un viaje incierto y potencialmente peligroso a Israel no fue fácil para Kineret Levin, una israelí-estadounidense de 27 años.

Levin dejó atrás a su familia, una oportunidad laboral y su hogar en Fredericksburg, Texas, para acudir a Israel como voluntaria médica. Tras el ataque sorpresa de Hamas contra comunidades israelíes el 7 de octubre, en el que, según las Fuerzas de Defensa de Israel, el grupo extremista tomó unos 200 rehenes y mató brutalmente a más de 1.400 personas, Levin sintió que ir a Israel era un llamado.

“Me recordó lo que sentí cuando era niña el 11 de septiembre, la desesperanza y la incomprensión de lo que estaba pasando”, explica. “Y me dije: ‘Nunca más’, y esto es realmente nunca más”.

Total
0
Shares
Related Posts