Por: Diana Del Angel
ALTAMIRA, TAM.- Como una actitud lamentable que contraviene los valores, al usar el nombre de la iglesia para realizar acciones que despojen de recursos a quienes se ganan la vida realizando entregas a domicilio, señaló el padre Bernardo Arredondo al reconocer que fueron afectados con el uso del nombre de un padre para pedir dinero.
Añadió que una persona aun sin identificar pidió comida a nombre del Padre Ángel, el cual tienen dos años que fue movido fuera de la ciudad, relatando que esta mecánica fue hecha a varios negocios y al menos se estima que sean cinco los afectados, pidiéndoles comida para nueve padres que presuntamente se encontraban en una reunión.
Dijo que le toco recibir a tres repartidores a lo largo del día, todos llevaban diversos platillos, pero además el defraudador se había ganado la confianza de los afectados y les pidió el favor de pasar por cafés, refrescos y hasta depósitos por cifras que rondan los dos mil pesos, bajo promesa de que llegando a la parroquia les pagarían, aprovechándose de que un padre no mentiría.
El párroco recordó que hace algunos años aplicaron la misma mecánica pero con políticos, a los cuales un supuesto padre pedía dinero para una causa benéfica y algunos cayeron, por lo que insto a tener cuidado con este tipo de llamadas y siempre desconfiar, pues la iglesia cuando pide algo lo hace de manera presencial y con oficio, además de que para cuestion de alimentos los mismos feligreses llevan comida cuando hay reuniones.
