La noticia de que estaban vendiendo cerveza en el OXXO ubicado cerca de la central, corrió como reguero de pólvora, enseguida comenzaron a llegar decenas de personas para incorporarse a la larga fila.
La gente iba preparada con dinero y con sus vehículos para comprar lo que les alcanzara y llevarlos con facilidad en sus unidades.
En la tienda ubicada sobre el bulevar México-Laredo y la calle Roberto Villavicencio, la que va a la central camionera, los empleados les dijeron a las personas que sólo podrían venderles tres charolas con 24 latas a cada uni.
Todos estaban contentos porque al fin podrían conseguir cerveza, pues con el inicio de la fase 3 de contingencia sanitaria, comenzó a escasearse y era difícil de conseguir y la poca que se encontraba, era a precios elevados.
La mayoría de las personas traían cubrebocas y mantenían la sana distancia, cuando entraban a la tienda, los empleados les ponían gel antibacterial.
Había quienes llevaban en la fila casi dos horas cuando llegó personal de Comercio Municipal para clausurar los enfriadores con el argumento de que el establecimiento no contaba con el permiso vigente para la venta de alcohol, pero las personas estaban molestas por la situación y dijeron que no se iban a retirar, puesto que ya llevaban casi 120 minutos en la fila.
