En los últimos días algunas partes de China han levantado la cuarentena, que sirvió de modelo para los países del mundo que luchan contra el coronavirus, y ya permiten a los residentes entrar y salir de la ciudad donde comenzó la pandemia: Wuhan. Sin embargo, la atmósfera en el país chino comienza a contaminarse de nuevo y está en camino de recuperar los niveles de polución del 2019.
En los meses que paralizaron actividades se podía observar limpió el aire casi en su totalidad, pero el fin de la cuarentena está provocando un notable incremento de las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2), un contaminante relacionado con el tráfico y la industria.
Así lo muestran los mapas elaborados por Jordi Massagué, investigador del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC).
En comparación con los niveles de contaminación atmosférica de la mayor parte de las ciudades del mundo marca mínimos históricos.
Las medidas de quedarse en casa han hecho que la concentración de NO2, que se genera por el tráfico, haya llegado a bajar hasta entre un 70 por ciento y un 80 por ciento en ciudades como Barcelona mientras que las principales ciudades de España el descenso es del 64 por ciento, según un estudio de la Universitat Politècnica de València (UPV).
No sólo ha sido el caso de España, muchas ciudades del estado indio de Punjab, por el momento se puede observar nítidamente en el horizonte las montañas del Himalaya, que durante décadas estuvieron tapadas por un cielo negro.
Pero existe el riesgo que esta mejora sea sólo un episodio temporal y cuando se comiencen a levantar las cuarentenas en otras partes del mundo estos eventos sólo queden como un “espejismo”.