El huracán, el más intenso que se ha formado en el mundo en lo que va de año, alcanzó el máximo en la categoría de Saffir-Simpson, (que llega hasta 5) este domingo, poco antes de impactar la islas Ábaco, en el noreste del archipiélago.
Pese a tocar tierra, el ciclón continúo intensificándose y la fuerza de sus vientos a las 21:00 GMT del domingo llegaban a los 297 km/h, según el Centro Nacional de Huracanes (CNH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Dorian se estaba moviendo este lunes a una velocidad muy lenta: apenas 1,6 km/h,-casi el paso de una persona- lo que implica que sus potenciales daños serán mayores, dado que los fuertes vientos permanecerán sobre los mismos lugares por más tiempo.
Esto, según el CNH, puede conducir a una “destrucción extrema”.
Los meteorólogos han señalado que alguna de sus características lo ubican ya entre los más “más intensos y potencialmente catastróficos” desde que se tienen registros.
Y aunque no existe consenso entre los científicos si el rango de peores huracanes debe medirse por velocidad del viento, tamaño, cantidad de lluvia, presión barométrica, daños materiales o humanos, en términos técnicos, ya Dorian superó a algunas tormentas de otras temporadas.