Ajustadores de Seguros “Inbursa” obligan a las personas a aceptar daños provocados por sus clientes por medio de intimidaciones.
Tal es el caso ocurrido en un choque sobre la avenida Hidalgo donde los daños fueron mínimos, pero el ajustador en defensa de su cliente quién era responsable intimidó a la parte afectada diciéndole que “él mismo tendría que pagar su grúa, el mesón, el arrastre y los propios daños sufridos ya que en el Ministerio Público se perdería mucho más dinero y tiempo”.
Esta es la manera de que los ajustadores de Inbursa evitan pagar los daños que sus clientes provocan, ya que la parte afectada se ve obligada a tener que aceptar la pérdida para evitar pasar un Calvario, tener que pagar mucho más dinero y perder el tiempo.
