SINDICATO EN RUINAS

Treinta años se cumplen de aquel 10 de enero de 1989 cuando un escuadrón de ejército mexicano sitió la casa de Don Joaquín Hernandez Galicia “La Quina” para detenerlo por órdenes del ardido Carlos Salinas de Gortari.

A La Quina se le acusó de asesinato y acopio de Armas en base a delitos inventados por la presidencia de la República ya que había negado el apoyo al candidato del PRI, había financiado una guerra sucia en su contra y dado el respaldo a Cuauhtémoc Cárdenas.

Eso valió para que el recién llegado inquilino a Los Pinos en un afán de poder consolidar su dudoso y tambaleante triunfo decidió mandar a detener a Don Joaquín al sur de Tamaulipas poniendo en riesgo incluso la industria petrolera nacional.

Era esa una época esplendorosa del gremio, los más envidiados por sus salarios, atenciones, prestaciones y un líder con servicios como hospitales, áreas de recreación, tiendas baratas y fábricas para su beneficio.

Pero apenas encarcelaron a La Quina todo eso se vino abajo, llegando al poder Sebastián Guzmán Cabrera y posteriormente, solo tres años después, el voraz Carlos Romero Deschamps quien con 27 años enquistado siguen queriendo gobernar el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana.

La quina era un hombre de poder y es cierto que hizo un imperio para su beneficio, del que ahora siguen gozando algunos parientes, pero dejó infinidad de beneficios a los maderenses y cientos de trabajadores petroleros que lo siguen recordando.

Con la llegada de Romero todo cambió dejando al sindicalismo petrolero en un estado de indefensión, dedicándose el insaciable Romero Deschamps a llenar sus bolsas y las de sus allegados con recursos de las cuotas y de las ventas de terrenos y propiedades generadas por La Quina.

En la zona espacio como la ex alberca olímpica donde hoy está Heb Madero, sociedad civil convertida en Walmart o las tiendas en lujosos gimnasios y casinos todo ha sido vendido por gente como Esdras Romero Vega y Mario Alberto Neri Castilla sin que los petroleros vean beneficio de esto.

Se rumora que ahora tienen intensiones de vender la actual sede del Sindicato y la escuela Armando Barda a Walmart, lo que Esdras Romero en una presión mediática ha negado aunque dicho sea de paso nada le caería mejor que unos cuantos millones más al ver que su poder tambalea.

Y se encuentra en una verdadera cuerda floja ante la cada vez mayor negativa de petroleros a apoyarlo así como el rumor de una pronta detención de su padrino y pariente Carlos Romero Deschamps.

La esperanza de los petroleros está puesta en el gobierne de Andrés Manuel López Obrador para que en este año por lo menos niegue la toma de nota a Romero Deschamps que busca estar en el liderazgo del STPRM hasta 2024 y con ello caigan todos sus súbditos que tienen ahogado el gremio.

La urbe petrolera no ha vuelto a ser la misma desde el quinazo, perdió el brillo dado por la industria negra, los beneficios de un hombre que siembre buscó favorecer a la gente de esta zona dando paso a verdaderos voraces e insaciables líderes.

Todos los dos hay rumores de un “Romerazo” de la detención de aquellos que siguen creyéndose intocables, lo que quitaría el lastre canceroso que mantiene a la industria petrolera agonizante.

Treinta años han pasado desde la detención de La Quina así como cinco años con dos meses de su muerte en noviembre del 2013 y la gente sigue hablando de ese gran líder, rumorando cuando fue que los apoyo, sin duda el liderazgo no se compra, con ese se nace.

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