A escasos mes y medio de iniciado su gobierno el alcalde de Ciudad Madero, Adrian Oseguera Kernion, ya se peleó con el aparato legislativo nacional, y eso que son de su mismo partido, el fundado por Andrés Manuel López Obrador.
Pese a las fotografías de visitas, saludos y abrazos la verdad es que no se caen nada bien e incluso ha buscado la manera de bloquear la aparición de estos personajes en la vida regional.
Primero fue con Éramo González Robledo, el flamante diputado federal por el Distrito VII, ex priista y actualmente morenista, a quien asegura que no soporta por arribista y colgado de logros de la administración maderense.
Eso no es novedad ya que el buen Erasmo siempre ha vivido de esa manera, sin invertirle a nada y sólo fungiendo como una rémora política nadando alrededor de los peces gordos.
La animadversión de Oseguera contra González es tal que incluso se ha negado a invitarlo a eventos, ya que Erasmo con su sonrisa fingida está en plena competencia por la alcaldía de Ciudad Madero, como lo ha permanecido desde hace más de una década.
Después está el senador Américo Villarreal Anaya, quien si bien es cierto ha visitado a Oseguera en su oficina no hay una relación de cordialidad, por qué éste ha realizado algunos movimientos políticos no bien vistos por Adrian.
Luego Olga Sosa Ruíz que aunque pareciera que más o menos se llevan bien al presidente municipal maderense lo exaspera, aunque eso no es complicado con el taladrante tono de voz de la legisladora del Partido Encuentro Social, aliado de Morena.
AOK está muy bien parado en México con el coordinador de la Cámara Alta, Ricardo Monrreal, lo que no le da carta amplia para pelarse de arranque con quienes se supone deben ser aliados en la capital del país.
