Lejos está el PRI maderense de lo que era hace no más de dos años, hoy sus eventos son deslucidos, vacíos, es más ni los normalmente acarreados quieren ir a estas congregaciones en lo que sobran son sillas.
Apenas el pasado domingo se celebró un aniversario más del tricolor y resulta que a la celebración que antes era multitudinaria simplemente no fue casi nadie, por más que se hicieron llamadas fueron pocos los que llegaron.
La pobre presidenta Elvia Bayardo le ha tocado bailar con la más fea ya que es la primer mujer que dirige este organismo a nivel municipal, pero también la primera que no tiene apoyo absolutamente de nadie y ahora que los que por años fueron beneficiados tienen que brincarle nadie quiere hacerlo.
Los problemas del PRI son las deslealtades ya que apenas el barco, que era timoneado por el ex gobernador Egidio Torre Cantú, se hundió todos saltaron dejando que el antes acorazado se fuera literalmente a pique.
Ahora no tienen ni quien quiera ser su candidato, se tiran la pelotita unos a otros, sin que quieren sacar la casta y menos la cartera para apostarle a un proyecto que de inicio está destinado al fracaso.
Durante todo el año pasado se manejó a Roberto Razo Chapa, presidente de la asociación Hechos en Madero como quien era el bueno para lanzarse como candidato a la presidencia municipal, realizando diversos eventos para posicionarse.
Pero resulta que al momento de aplicar las encuestas no le alcanzó para poder ser considerado en la boleta, ya que pese a los esfuerzos eran pocos o casi nadie los que le conocen por lo que decidió bajarse del barco sin que siquiera hubiera zarpado.
De pronto alzaron la mano el empresario y ex alcalde Jaime Turrubiates Solís y la diputada federal Montserrat Arcos Velázquez, pero ninguno quiere apostar sus propios recursos para hacer frente a una campaña que se torna pesada.
Y es que en frente tienen a José Andrés Zorrilla Moreno, quien tendrá el apoyo del Estado y a Adrian Oseguera Kernion que sin duda será favorecido por el efecto de Andrés Manuel López Obrador a nivel nacional.
Turrubiates y Arcos quieren pero sin gastar lo suyo, pidiendo el respaldo de grupos como petroleros y los allegados a José Guadalupe González Galván que dicho sea de paso poco interés han mostrado por el actual proceso electoral maderense.
El PRI maderense está tan fracturado y sin cuadros que lanzar que incluso se han mencionado nombres como el de Óscar Hernández o el del doctor Ernesto Gutiérrez como prospectos a la alcaldía, lo que sin duda sería una locura.
Y la pregunte a donde están aquellos que se favorecieron tanto del PRI como Esdras Romero Vega, Lupe González y su camarilla, Erasmo González Robledo que ahora será candidato a diputado por Morena, aquellos que se rasgaban las vestiduras por un partido al que hoy dejan morir sin remordimiento.