Moralistas sin sentido.

El moralismo ridículo, infundado y fantoche de algunos funcionarios municipales pone en riesgo la salud de la ciudadania, ya que lejos de acceder a la aplicación de medidas de salud y previsión prefieren ponderar su mojigatez sin sentido.
Caso concreto el del director de educación de Ciudad Madero, David Hernández Muñiz, quien se ha dedicado a emitir declaraciones sin ningún sustento contra la distribución de preservativos en eventos realizados en playa Miramar.
Desde que el señor presidía la asociación civil “Unión de Padres de Familia” desde donde obtuvo beneficios económicos y politicos como el que actualmente ostenta, se dedicó a imponerse contra esas medidas que lo que buscan es prevenir enfermedades de transmisión sexual.
A él no le importa que se estén registrando casos de VIH-SIDA entre adolescentes de nivel secundaria o preparatoria, que tengamos VPH, Sifilis o gonorrea en menores de edad, o que la actividad sexual se este desarrollando sin ninguna protección.
Para el señor David Hernández le importa mucho más el que dirán, el manifestarse en contra sin mostrar argumentos válidos e irrefutables sobre esa postura.
Si bien es cierto de nada sirve que se distribuyan en masa entre los jóvenes que terminan usandolos como globos, si es necesario que en actividades como el playazo o semana santa se pueda contar con un modulo de entrega de estos métodos.
No se trata de invitar a la promiscuidad, como si la entrega de un condón fuera la garantía de tener uno de estos encuentros o no traerlo lo impidiera, sino que entre los cientos o miles que se distribuyan aunque sea una mínima cantidad pueda usarlo al practicar alguna actividad sexual.
El señor David Hernández Muñiz debiera estar más preocupado por dar resultados en la dirección que encabeza, donde ha pasado sin pena ni gloria, más que imponer su visión moralista, religiosa y mojigata en un tema que representa salud y vida para los chavos.