Más de un año ha pasado desde que Joaquín Hernández Correa es diputado local en la legislatura de Tamaulipas y poco o nada es lo que ha hecho por favorecer a su municipio, Ciudad Madero, pasando sin pena ni gloria por este encargo.
El ex alcalde maderense es mejor conocido como La Quinita al ser hijo del otrora líder petrolero Don Joaquín Hernández Galicia “La Quina” de dista mucho en cuanto al comportamiento y compromiso con la sociedad que representa.
La quinita llegó a este encargo no por su poder político o buen desempeño al haber dirigido el Ayuntamiento de Ciudad Madero en el trienio 2003-2005 sino por la amistad que ma tiene con el actual gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Todos recordaremos que él era netamente perredista pero al ver la posibilidad de volver a formar parte de los que viven del erario simplemente lo olvidó, se despojó de los colores negro y amarillo y se vistió de azul.
Dijo, como todos los que querían llegar al Congreso del Estado, que apoyaría a los sectores más desfavorecidos de Ciudad Madero y a un año y dos meses de estar en el encargo no se le ha visto absolutamente nada.
Por lo único que se le ha recordado es por protagonizar escándalos en redes sociales, estar peleando en cada momento con los reporteros cuando algo no le parece o va contra sus intereses sacando sus frustraciones retando incluso a golpes.
Ahora anda teniendo sus reuniones con intenciones de ser considerado a la alcaldía o a la Diputación Federal, definitivamente no se llena, porque no puede venir a decirnos que es por un elevado interés de servir a la población porque es lo que menos ha hecho.
Al buen Joaco se le ha olvidado de donde viene, no voltea a ver a su municipio y menos sus necesidades, ha perdido el piso y de vista las necesidades de la ciudadanía que confío en él y le dio el voto.
No es posible que por una amistad con el gobernador haya llegado a ese puesto y que ahora lejos de apoyar a un proyecto productivo y distinto caiga en las mismas prácticas autoritarias y de insensibilidad a las necesidades populares.