En el diario NYT revelo que el programa espía además de ser utilizado de espionaje ante periodistas y activistas también lo utilizaban para escuchar a investigadores internacionales que investigaban sobre el caso de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapan.
La Comisión de Derechos Humanos (CIDH) quienes nombraron al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) para que realizaran la indagatoria de la desaparición de los estudiantes normalistas fue punto clave para la tecnología de espionaje que fue vendida al gobierno mexicano.
Revelaron que el gobierno mexicano espió a periodistas y activistas a través de herramientas que fueron compradas a una firma israelí para perseguir a delincuentes.
El periódico estadounidense confirmó que el principal enlace del GIEI recibió mensajes de texto con un hipervínculo que escondía el software Pegasus, cuyo objetivo fue el teléfono celular del secretario ejecutivo del grupo, el cual fue usado por casi todos los integrantes del grupo debido a que era nexo de comunicación entre los investigadores, sus fuentes, la CIDH y el gobierno de México.
“Ahora hay evidencia forense que demuestra que los integrantes del grupo también fueron blanco de tecnología de espionaje”.New York Times.
También, se supo que los miembros del GIEI recibieron mensajes SMS idénticos en sus teléfonos propios.
Dichos textos invitan a darle clic a un enlace, al hacerlo y de manera secreta se instala el programa que convierte al celular en un aparato de espionaje, pues permite el monitoreo de las llamadas, los correos, los mensajes de texto, calendarios, contactos y hasta la cámara y el micrófono.
En su reportaje, el diario señala las dificultades y obstáculos que enfrentó este grupo mientras realizaban su investigación en el país, como la negativa del gobierno a compartir documentos o para realizar entrevistas clave e, incluso, amenazas de indagatorias penales en represalia a su trabajo.